El algodón si engaña.

Cuidado con las bolsas de algodón

El algodón está considerado, según la Environmental Justice Foundation, “el cultivo más sucio”, por el gasto de energía, de agua, de pesticidas y el impacto negativo en los trabajadores, las aguas subterráneas y la calidad del aire alrededor de las granjas. Una de las grandes dificultades que tiene el hecho de intentar compensar la producción de las tote bags es que solo el 15 % de los 30 millones de toneladas de algodón que se producen cada año llega realmente a los depósitos textiles. "La producción de algodón genera un impacto ambiental importante, especialmente por el consumo de agua, y el problema es que mucha gente no es consciente de lo que implica la gestión residual de este material. Pocos trasladan estas bolsas a depósitos textiles para su tratamiento. Seguramente las arrojan a los restos convencionales. En muchas ocasiones, cuando estos productos llegan a las plantas de tratamiento, según las tintas que se hayan utilizado en las bolsas, por ejemplo por un logo corporativo, es muy difícil poder tratarlas", explica Cristian Castillo, profesor de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC, experto en logística. En esta línea, Soler añade que "la parte impresa de las prendas no puede reciclarse. Las impresiones en PVC no pueden descomponerse, por lo que para poder reciclar la prenda primero hay que recortar (y desperdiciar) la parte que esté impresa. Esto dificulta enormemente el proceso e impide un reciclaje completo. La opción más sostenible –según Castillo- serían las bolsas reutilizables de plástico (que existen en muchos supermercados). El plástico requiere menos consumos, menos agua y menos energía, lo que lo convierte en la mejor opción para el uso diario. 

Bolsas Ecológicas
sus beneficios